En una segunda fase de estudio en la torre de Rafeubetx (Calvià) realizada durante el mes de julio por parte del equipo técnico del GEFB (Grup d’Estudi de les Fortificacions Balears) se han podido documentar importantes restos de cerámica y enseres utilizados por los torreros. Los arqueólogos han datado estos fragmentos entre los siglos XVII y XVIII.
El estudio realizado en un radio de 30 metros alrededor de la torre, BIC construida a finales del s. XVI, se ha centrado en tres sectores perfectamente diferenciados, dos de ellos flanqueando la torre. En el sector de Llevant, además de la cerámica se inventariaron y documentaron 23 piezas de marés tallado pertenecientes al zócalo de la torre procedentes de la demolición de la misma. De época más reciente se identificaron diversos casquillos de bala y varios modillones tallados, pertenecientes a la corona superior de la plataforma que se adosó a la torre para ser usada como observatorio y puesto de mando de la batería instalada en la zona.
En el sector de Ponent, la cerámica apareció muy fragmentada y mezclada de diferentes épocas, debido a la ocupación militar de la zona hasta bien entrado el siglo XX por fuerzas militares pertenecientes al Ministerio de Defensa, de quien depende actualmente.
Atendiendo la documentación de Pere d’Àlcàntara Penya, el tercer sector y más importante se centró en el entorno del aljibe y del antiguo sistema hídrico del siglo XVII, así como de la barraca utilizada por los torreros. La densa vegetación existente y los muros de las construcciones completamente derruidos dificultaron y ralentizaron el estudio. Se han documentado varios restos de “caps de pipa” de cerámica utilizadas por los torreros así como una pequeña “olleta” prácticamente íntegra. Todos los hallazgos están siendo objeto de estudio y análisis para determinar el sistema de vida de los torreros. Los arqueólogos han datado estas piezas de cerámica entre los siglos XVII y XVIII.